
Desde Padres Unidos expresan un total repudio a este evento que busca naturalizar el daño a la integridad, a la salud y al bienestar de nuestra población más vulnerable, los niños y adolescentes, través del adoctrinamiento y de la imposición de la ideología de género en la infancia y adolescencia, sexualizando y manipulándonos en torno a un negocio y a un experimento de ingeniería social.