Estilo River

El Millonario jugó en Perú como si fuera local, dominó ampliamente y le ganó 1-0 a Alianza Lima en el debut de la Copa. La nota triste de la noche: la grave lesión de Rojas por un patadón injustificable.

Opinión 07 de abril de 2022 IDENTIDAD NOTICIAS
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River jugó en el debut de la Copa en Perú como juega en cualquier partido, en cualquier cancha. Eso, que se dice fácil, es muy difícil de conseguir. Son muy pocos los ejemplos, ya no sólo en Sudamérica sino en el mundo entero, de equipos que pueden imponer su estilo en todos lados. Esa es la idea que tiene River. Es una idea noble, que no siempre consigue como resultado la victoria porque el fútbol a veces le escamotea el premio a los que juegan mejor y porque también los rivales se esfuerzan para entorpecer nuestro circuito de juego. River es una idea que excede un resultado, sino que es la búsqueda de la superación permanente, de la mejora permanente, la convicción de una identidad sostenida en el tiempo y que no cambia por un mal resultado o un mal partido.

River impone condiciones cada vez que juega y ya es una marca. Los rivales lo saben y generalmente adaptan su manera para enfrentarnos. La mayoría elige protegerse, sumar gente atrás, achicar espacios, tratar de impedir de cualquier forma que nuestro fútbol asociado llegue a posición de gol. Esta vez el dominio fue arrollador. Manejamos la pelota, buscamos por un lado y luego por otro, no siempre llegamos a situación de gol pero estábamos ahí, tocando la puerta, insistiendo con paciencia. Cuando se perdía la pelota, en menos de 10 segundos se recuperaba. La presión resultó inaguantable para el adversario pero no la podíamos meter. Nos faltaba esa precisión al final o que el equipo estuviera más incisivo en los últimos metros para liberar a Julián, que siempre tenía a dos o tres rodeándolo.

Ahí hay un punto. Cuando hay un jugador que aglutina el porcentaje mayoritario de gol en un equipo, es un llamador para los rivales y por lo tanto un factor de preocupación permanente. Esa atención genera inevitablemente distracción en otros que pueden y deben aprovechar esa situación. Es fundamental que los volantes lleguen con decisión al gol y es por eso que estamos necesitando ese aporte en los últimos partidos. Después de la explosión de Julián el semestre pasado, hoy todos lo marcan a muerte, le meten llave y candado, y para zafar de eso tiene que haber una precisión muy alta.

Como siempre, el Muñeco tocó las piezas justas en el momento indicado. Todos los cambios fueron perfectos y cuando correspondía. Juanfer era necesario para ese pase en los últimos metros o incluso para el tiro de afuera. Matías Suárez entró para mostrar su clase en los últimos metros y para liberar un poco de la marca asfixiante a Julián. De hecho, entró y aprovechó una gran asistencia de July para definir cruzado, de primera, un verdadero golazo. Zuculini y Palavecino no entraron para cambiar estrategia o características sino para refrescar energías.

No es fácil ser tan dominante de visitante en la Copa. Es un gran mérito. La presión de los hinchas locales jugaba y Alianza salió a responder en desventaja. Generó aproximaciones sin mucho juego pero con ganas. Hasta que pasó la fatídica e injustificable patada a Rojas que lo fracturó y cambió el ánimo del partido. Los jugadores de fútbol están expuestos a las lesiones, forma parte de los gajes del oficio. Pero cuando una lesión llega por una agresión absurda y completamente desquiciada de un rival genera un dolor doble. Esto no fue una desgracia. Resultó una patada descalificadora y criminal. Claramente se advirtió que los jugadores de River y también los de Alianza se agarraron la cabeza cuando notaron la gravedad de la lesión.

En este tipo de acciones es donde se define qué fútbol queremos. La sanción al agresor debe ser ejemplificadora. Ojalá el bueno de Rojas se pueda recuperar bien y vuelva más fuerte. 

Obviamente, este tipo de situaciones condicionan el estado de ánimo natural que tendríamos tras una victoria tan importante, un arranque tan sólido en esta nueva aventura copera. Fue una muy buena actuación, apoyada en la inteligencia de Enzo Pérez y con un muy buen aporte en la seriedad y seguridad defensiva de Maidana.

Aplausos para River. Un equipo de raza argentina que parece jugar un fútbol europeo e impone su estilo en el siempre difícil contexto sudamericano. Impresionante.

FUENTE: Leonardo Farinella

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