¡Seis años, Muñeco!

Se cumple el sexto aniversario del ciclo más increíble de la historia de River: la era Gallardo. En este tiempo ganó mucho más que títulos y records: es la referencia del fútbol en el país y en América. Y uno de sus secretos es no saberlo del todo...

Deportes 06 de junio de 2020 Identidad Noticias
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Alguna vez en la intimidad de una pretemporada Marcelo Gallardo le contó a este periodista que para él un par de años en River habían sido como diez en cualquier otro lado. Hoy cumple seis o treinta. Parecen un montón para el contexto. De hecho hace rato que ya se convirtió en el técnico de Primera con más longevidad en su cargo en toda Sudamérica. Parecen un montón, sí. Pero realmente seis años, o treinta, o cien, no son nada al lado de la eternidad a la que el propio Gallardo se condenó. Ese 6 de junio de 2014 en el que se sentaba en la sala de conferencias del Monumental con Francescoli a un lado y D’Onofrio al otro -y un look beatle que hoy podríamos ubicar sobre el contorno estético que separó al jugador del técnico- marcó un antes y un después en la historia del fútbol argentino. Y nadie lo sabía salvo él. “Nací para esto”, spoileaba secretamente el Muñeco. Pero no: nadie podía ver con claridad el futuro que se avecinaba, no menos glorioso que inédito.

Desde aquel día hasta ahora pasaron cientos de cosas que hicieron que hoy a nadie le sorprenda que el presidente de la Nación lo llamara para consultarle su opinión de experto acerca de lo que debería suceder con el fútbol en Argentina durante estos tiempos de pandemia. Es que no hay dudas: en este tiempo el técnico de River se transformó en la referencia ineludible y la figura más respetada del fútbol argentino y sudamericano. Bien ganado lo tiene, a fuerza de un laburo descomunal de él y de su cuerpo técnico. Un laburo que fue mucho más allá del éxito, que habla de valores particulares para el deporte profesional y amateur, de un discurso que nunca le falta el respeto al adversario, de saber ganar y perder, de un trabajo a pulmón en condiciones que ya le quedan chicas a su propia imagen. Por eso Fernández lo llamó. Y por eso no llamó la atención que lo hiciera.

Hace varios años que para los 6/6 se escribe este mismo texto. Pero Gallardo hace que a una parte del artículo no se le pueda hacer copy & paste para ahorrarnos un poco de trabajo: temporada tras temporada el Muñeco va acumulando más récords, más historias y más títulos en las vitrinas del Museo.

Hasta que no se vaya y no pueda tomar cierta distancia para apreciar mejor su obra no terminará de entender qué lo llevó a ser el deté más ganador de todos los tiempos. El que cambió para siempre el paradigma de los superclásicos desbloqueando un nivel de felicidad que absolutamente ningún hincha de fútbol del planeta conocía: ganarle la final del torneo más importante al rival de toda la vida.

Son decenas y decenas de marcas las que Gallardo consiguió y sigue consiguiendo y, por suerte, ignorando en su total dimensión. Que ya es el entrenador argentino que más estrellas sumó en un club superando a Ramón en River, a Bianchi en Boca (nueve), a Simeone en el Aleti (siete) y a Zubeldía en Estudiantes (seis). Que llegó a ser el mejor técnico del mundo según el World Club Ranking. Que ganó dos veces el premio a mejor entrenador de América. Que en cinco años consiguió más títulos internacionales (siete) de los que acumulaba River en más de medio siglo (cinco). Que sumando sus etapas de jugador y DT participó en nueve de las 12 vueltas olímpicas que dio el club a nivel internacional y en tres de las cuatro Libertadores: se sospecha que en la edición de 1986 no estuvo sólo porque la Conmebol no le permitió firmar planilla (o dirigir) con diez años de edad. Que desde que asumió transformó a River en el rey absoluto del continente muy lejos de los otros campeones de este período (siete contra apenas dos de Gremio, Atlético Nacional, etc). Que fue bicampeón internacional por primera vez en la historia del club (Recopa 15 y 16). Que ganó un torneo internacional a más de dos partidos de manera invicta (Sudamericana 14). Que su River fue el primer equipo del fútbol sudamericano que fue al mismo tiempo campeón vigente de todas las competencias (en 2015 lo era en la Sudamericana, CL y Recopa). Que desde junio de 2014 sólo Massimiliano Allegri lo iguala en títulos a nivel mundial. Que logró la mayor racha de partidos invictos de la historia del club (32 en 2018, superándose a ¡sí mismo! cuando entre él y Ramón llegaron a 31 en 2014).

Fuente: Olé

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