Invertir con inflación. Mientras el dólar respira, no hay que descuidar los pesos

Cuatro estrategias de corto plazo para no perder frente a la suba de los precios y aprovechar la coyuntura

Economía 11 de septiembre de 2022 Identidad Noticias
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Con los dólares financieros transitando por un período de “pax”, aplanados por las ventajas transitorias para los exportadores agropecuarios, septiembre tiene a los inversores de corto plazo concentrados en la búsqueda de cobertura de inflación, un frente que aún está lejos de mostrar calma y que erosiona fuerte el bolsillo y el poder de compra, y en tomar ventaja de algunas oportunidades que abre el mercado.

Cuatro analistas consultados por LA NACION proponen un mix de instrumentos en pesos para tratar de sacarle algún punto de ventaja al IPC -aunque no es tarea sencilla-pero sin descuidar nunca las espaldas, ni el nivel de riesgos asumido.

Como de costumbre, el mercado se anticipó y compró parcialmente el optimismo que genera el dólar soja y la promesa que el campo liquide el equivalente a US$5000 millones que engrosarán las reservas del BCRA. ¿Es algo definitivo, como para dormir tranquilos? “No es una solución permanente, pero tendrá un efecto positivo. En otras palabras, comprar tiempo”, aclara de entrada Pedro Siaba Serrate, Head of Research de PPI y pone un dato sobre la mesa para ser evaluado. “A modo de referencia, el CCL ajustado por el M3 privado (como medida de liquidez de la economía) debería estar alrededor de $315, implicando una brecha de 10,4% frente al nivel actual. Si la liquidación de soja no es tan buena como la esperada, o llegado el caso de una nueva situación de estrés, el CCL tendría recorrido para un rebote”.

Aclarado el punto de partida, los ojos van directo a la inflación. Desde IOL invertironline, Maximiliano Donzelli, Head of Research del broker, advierte que “para lo que resta del año, las consultoras ajustaron su previsión de inflación a 90,2% para este año”. “Ante este panorama tener pesos sin invertir genera pérdidas de poder adquisitivo posicionarse en bonos CER y Badlar a vencimiento es una buena alternativa”.

Su lista tiene el bono T2X4, que ajusta su capital por CER, vence en julio del 2024, y tiene un diferencial de tasa con el bono TX24 que también ajusta por CER. La TIR a la fecha es de CER +7,4% y la estimada se sitúa en 97,8%. Suma a la recomendación el bono TB23P, que ajusta por tasa Badlar. “Con vencimiento en febrero del 2023 paga cupones de manera trimestral a una tasa Badlar +5,25%, logrando capturar una política monetaria más agresiva por parte del BCRA”, explica el analista de IOL. “Para un perfil conservador, preferimos solo mantener en pesos la liquidez necesaria para afrontar pagos y, así evitar el riesgo cambiario”, dice cauto, Siaba Serrate. Su recomendación: “las letras ajustables por CER o los fondos comunes de inversión (FCI) resultan interesantes para conservar parte de la liquidez de corto plazo”.

Tomás Ruiz Palacios, analista de Renta Fija de Consultatio Financial Services, propone para el corto plazo mantener dos tercios en pesos y un tercio en dólares a través de una cartera íntegramente con FCI. “Una estrategia simple y efectiva puede ser invertir un tercio en el fondo de inversión Consultatio Multiestrategia, un tercio en el Consultatio Renta Nacional y un tercio en el Consultatio Balance. El primero invierte en obligaciones negociables en pesos, es decir, son créditos de empresas que otorgan mucha protección al inversor dado que no tienen riesgo soberano; el Renta Nacional invierte en letras del tesoro ajustables por inflación con vencimientos no muy lejanos (y por lo tanto menos riesgosos); mientras que el fondo Balance es nuestro fondo de retorno total, que, si bien asume algo más de riesgo, en los últimos 30 días rindió 6,5%, cifra muy cercana a la inflación”

Gastón Lentini, consultor independiente y asesor matriculado por CNV, se anima con algunas recomendaciones para pasar no solo la primavera sino también el verano. Lo primero que subraya: “La estrategia del gobierno con la creación del dólar soja parece traer paños fríos en el corto plazo, por lo que un dólar en $270 es una posibilidad que debemos aprovechar, tanto para quien espera gastar esos ahorros a fin de año como para quien está buscando inversiones de mayor plazo”. A la pregunta clave: ¿seguirá bajando? Responde que “de no mediar una reducción fuerte en el gasto, es solo cuestión de tiempo para que la ansiedad y el precio vuelvan a subir”.

 

“Los bonos o fondos dólar linked que buscan replicar el movimiento del dólar oficial se presentan como una posibilidad para el inversor ya que los futuros de prevén una variación de 62% para marzo de 2023, resultando en una TNA mayor al 110%”, aporta Lentini. “Claro que, si se da este escenario también subirán fuertemente los activos ajustados por CER y esta lógica nos lleva a recomendar tener mayor proporción de activos ajustados por CER que indexados al dólar oficial”, resume. En esta ultima categoría menciona “plazo fijos UVA que aún están disponibles en algunos bancos, aunque la contrapartida es la imposibilidad de disponer por 90 días de ese dinero y los FCI ajustados por CER que brindan cobertura contra la inflación que si bien no es perfecta, si cercana y nos da la posibilidad de hacernos con el dinero en 48 horas si las condiciones lo requieren”.

Alejar el horizonte
Para inversores más alejado, tanto Obligaciones Negociables (ON) en dólares como los Cedear son una buena alternativa para capturar la baja en el precio del tipo de cambio libre. Donzelli, de IOL deja dos “perlitas” a sumar: el Cedear de Pfizer y el ETF del Dow Jones. “Pfizer se trata de una empresa que pertenece al sector salud de Estados Unidos, uno de los rubros que suelen tener un mejor rendimiento durante un mercado bajista y una economía en desaceleración”. En cuanto al Dow Jones destaca que está compuesto por 30 acciones de Estados Unidos de primer nivel. “Es el único índice que se encuentra conformado por empresas que reflejan una performance positiva en cuanto a la generación de ganancias durante un período de tiempo significativo”.

“Para el ahorro de mediano/largo plazo, el inversor que puede aceptar mayor volatilidad a cambio de más retorno esperado puede acceder a un menú de alternativas más amplio buscando vehículos de buena calidad crediticia”, propone Siaba Serrate. Sus recomendados: algunas ON corporativas como Telecom 2025, Genneia 2027, CGSA 2025 e YPF 2026 (garantizado por exportaciones de agro) y los bonos provinciales en dólares también representan una alternativa interesante.

“A partir de los números de regalías y producción, señalamos que hay valor en los dos bonos de Neuquén 2030, mientras que el CABA 2027 y el Mendoza 2029 se destacan por sus resultados fiscales satisfactorios”, puntualiza el experto de PPI.

Lentini aporta otra alternativa. “Si por alguna de las tantas restricciones existentes, el inversor no puede acceder a comprar dólares MEP recomiendo tomar posiciones en Obligaciones Negociables con vencimientos en el corto plazo y esperar a cobrar al vencimiento. De esta forma no incumple la normativa y si por ejemplo elige la ON de Arcor RCC9 se hace de dólares a $267 aunque debe esperar hasta julio del 23 para tenerlos”

Los Cedear son una gran alternativa para mitigar el riesgo local y mantener la cartera dolarizada. La cartera PPI de este mes para inversores mas bien “picantes” se compone en un 40% por el Cedear del SPY (sigue al S&P500), 25% del QQQ (sigue al Nasdaq), 15% del EWZ (Brasil), 15% del XLE (sector energético) y 5% en el XLF (sector financiero).

“Si debiera sugerir una cartera concreta pensando en febrero-marzo de 2023, buscaría tener 40% en FCI CER, 20% en FCI Dólar linked, 15% en el Cedear de Berkshire Hathaway y 25% en dólares posicionado en un FCI muy conservador, esperando oportunidades, que suelen darse con el cambio de normativa a la que lamentablemente nos acostumbramos”, dice Lentini.

Fuente: LA NACIÓN

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