Querida mamá, mima a tu pequeño pero no te olvides de ti

La maternidad es una de las etapas más maravillosas en la vida de una mujer, pero también puede ser una de las más estresantes. A toda la atención que requiere un niño en casa se suman las tareas del hogar, la responsabilidad de cuidar su salud, invertir tiempo en su educación y, por supuesto, las actividades laborales.

Familia 14 de noviembre de 2021 Identidad Noticias
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Así la lista de tareas diarias puede llegar a ser muy larga y agotadora. ¿El resultado? Madres extenuadas que dejan de pensar en sí mismas para dedicarse a sus hijos y su entorno.

A muchos les puede parecer una empresa titánica, pero lo cierto es que la mayoría de las madres lleva esta pesada carga sobre sus hombros con satisfacción. Aman a sus hijos por encima de todo y están dispuestas a entregarse completamente a ellos. Sin embargo, el problema es que centrarse demasiado en la educación de los hijos no solo termina drenándote la energía y las fuerzas sino que puede afectar tu salud a largo plazo, causándote ansiedad, estrés o incluso, depresión. La buena noticia es que existe una manera de evitarlo.

La clave está en el equilibrio
Muchas madres tienen la sensación de que sus hijos crecen demasiado aprisa y quieren atesorar cada momento antes de que se les escurra entre los dedos. Por eso, dedican tanto tiempo y esfuerzo a la educación de sus hijos y quieren estar con ellos en todo momento. Sin embargo, si quieres educar a niños felices y equilibrados emocionalmente, también es importante que pienses un poco más en ti y que les permitas descubrir su propio camino de manera independiente.

Darles libertad a los niños para que pasen tiempo a solas no solo les ayuda a ser más autónomos y a desarrollar sus habilidades sino que les permite aprender a gestionar las “horas muertas” y a lidiar con la frustración. Y ese tiempo puedes aprovecharlo para mimarte, a fin de cuentas, no solo eres madre sino también eres mujer, pareja y profesional. Ten en cuenta que también necesitas un rato contigo a solas, haciendo aquellas cosas que más disfrutas, compartiendo con quienes te rodean o simplemente descansando con tranquilidad.

La clave radica en encontrar el equilibrio entre tus responsabilidades como madre y tus necesidades como mujer. Al final, si no eres capaz de cuidarte a ti misma no serás capaz de cuidar bien a tu hijo ni de enseñarle a quererse a sí mismo, el primer paso para desarrollar su autoestima y autoconfianza.

¿Cómo lidiar con la maternidad? 5 claves que pueden ayudarte
1. No pretendas ser perfecta
Los niños no vienen con un manual de instrucciones bajo el brazo, por lo que a menudo es necesario recurrir al instinto y, a veces, es normal equivocarse y cometer errores. Por tanto, no pretendas ser perfecta, tu hijo no lo necesita, solo quiere que estés a su lado para apoyarlo, acompañarlo y mimarlo. Además, recuerda que no existe una forma de educar correcta que garantice el éxito con los niños, por lo que más allá de esforzarte por hacer todo bien céntrate en amar y aceptar a tus hijos. Ambos disfrutarán mucho más y estarás creando una relación sólida, basada en el cariño y el respeto mutuo.

2. Céntrate en lo positivo
Culparte por los errores que has cometido en la educación de tu hijo no te hará aprender la lección. En cambio, cuando te centras en lo positivo, las cosas que haces bien, los logros que habéis alcanzado y las gratificaciones que te reporta la relación con tu pequeño, empezarás a sentirte mucho mejor y reforzarás tu autoestima. Esto no solo te impulsará a descubrir tus mejores habilidades sino que te ayudará a compensar aquellas áreas que no se te dan tan bien. A fin de cuentas, no se trata de tapar el sol con dedo ni de pasar por alto las equivocaciones sino de enfocarte en las cosas positivas para reenfocar la educación de tu hijo, sentirte mejor contigo y fortalecer la confianza en ti misma.

3. Dedica más tiempo para ti
Para cuidar de quienes amas, primero debes cuidar de ti. Por tanto, dedica un rato solo para ti cada jornada o al menos una vez a la semana. Reúnete con tus amigos, ve a hacerte la manicura, acude a un spa, practica yoga, da un paseo por la ciudad o la playa, acuéstate a leer o escucha música, no importa lo que hagas, solo dedícate un rato para mimarte y ser feliz. Y no te sientas culpable por hacerlo, es normal necesitar tiempo para desconectar y recargar las baterías. Después no solo te sentirás completamente renovada y con más energía sino que estarás mucho más relajada y dispuesta a enfrentar con mejor humor el nuevo día.

4. Aprende nuevas herramientas parentales
La maternidad es una etapa de constante aprendizaje, en la que cada día te enfrentas a un nuevo reto y aprendes algo diferente. No hay nada escrito, ni existen verdades absolutas, pero hay algunas herramientas que pueden facilitarte tu vida diaria como madre. Por ejemplo, aprender a practicar la meditación mindfulness, dominar algunos ejercicios de respiración o técnicas de relajación te permitirán asumir tu jornada cotidiana con una actitud más abierta y relajada. También es conveniente que aprendas a priorizar tareas y gestionar el tiempo, de esta manera no solo podrás llegar con más tranquilidad a todo sino que contarás con más libertad para disfrutar de un rato a solas.

5. Comparte responsabilidades
Si de algo suelen pecar la mayoría de las madres es de querer hacer todo ellas solas porque creen que el resto no lo harán igual. Y no es necesario que repliquen tu manera de hacer las cosas, a fin de cuentas cada uno tiene una manera diferente de solucionar los problemas. Sin embargo, eso no significa que sea mejor o peor que tus estrategias, son simplemente diferentes. Por tanto, una buena manera de aligerar la carga sobre tus hombros consiste en delegar algunas de tus responsabilidades en tu pareja y compartir tareas con tus padres, hermanos y amigos. Ellos seguramente estarán encantados de darte una mano y tú dispondrás de más tiempo libre para ti.

Fuente: Etapa Infantil

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