Barracas Central tendrá otra gran oportunidad de llegar a la A. Este lunes dio un gran paso al vencer a Almirante Brown por 3-2. Y ahora tendrá que definir el segundo ascenso contra Quilmes. Cambiar el chip: concepto que se utiliza para hacer referencia a modificar el enfoque, dejando atrás lo sucedido. Eso es lo que se vio en Barracas Central. 180 minutos estratégicos, encabezados por Rodolfo De Paoli, el artífice principal de un equipo que sacó pasajes a la definición del Reducido. En Casanova, el Guapo fue tímido. Se guardó varias cartas y apostó a aguantarlo.

Con el empate de la ida, Barracas sabía que la historia se iba a definir en casa. Y se plantó de una manera totalmente diferente a lo que se había dado en la ida. Es más, fue distinto teniendo en cuenta el resto del torneo. Entre críticas y polémicas, Barracas llegó a esta final. Pero no hay que sacarle méritos al gran partido que jugó. Se desenvolvió como un equipo merecedor de esta instancia. Reventó de arriba abajo a la Fragata.

Lo fue a buscar de entrada, con el empuje de la gente. Expuso todas las debilidades de su rival. Mauro Albertengo y Juan Manuel Vázquez exigieron mucho arriba y desorientaron a los centrales del Mirasol. Iván Tapia y Lucas Colitto, con su destreza individual, se comieron el medio campo y el juego del Guapo estaba en sus pies. Pero los goles para romper el hielo estaban en el fondo.

Gonzalo Paz y un anticipo bárbaro para poner el primer y llevar tranquilidad al banco local. Dos minutos después, cuando Almirante todavía se estaba acomodando, Bruno Cabrera encontró una pelota a la deriva y la mandó al fondo. Se pidió mano, pero no hubo y Andrés Merlos, de buena tarde, marcó el centro del campo de juego. Si algo le faltaba al equipo de Fabián Nardozza era mandarse una macana grave atrás.

Un mal pase de Diego García dejó a Colitto mano a mano con Ramiro Martínez, al cual eludió para definir con el arco libre. Todo eso, en la primera mitad. Wilson Chimeli y Leandro Guzmán descontaron para el Mirasol, pero no alcanzó y Barracas volverá a jugar una final.